jueves, 14 de enero de 2010

Con furia alegre


Descubrí mi lado dormido

y ahora que esta despierto,

no pienso parar”.

(mujer integrante de empresa recuperada

por sus tarajador@s

En Hacia una pedagogía feminista)

Vivimos en una sociedad que desconoce su historia, que niega su propia diversidad y no reconoce que en ella luchan sujetos sociales cuya cultura y cosmovisión no caben en un modelo homogenizador.

Somos esos sujetos , los que no compramos un “combo” que trae una forma de la poesía y la narrativa, una forma de la música, una forma del arte, una forma de explotación de la tierra, una forma de producción y comercialización de nuestros bienes, una forma de nuestras relaciones sociales; una forma de dominación.

Somos esos sujetos que sentimos la necesidad de encontrar y crear espacios que entiendan a la cultura como una herramienta de transformación social, como generadora de nuevos pensamientos colectivos, pues la cultura excede al arte, ella es toda creación y conocimiento social, ella es el encuentro permanente de los pequeños saberes.

Partimos de nuestras realidades y particularidades, buscando aportar a la construcción de nuestra identidad, hecha por nosotros en nuestros tiempos.

No podemos ubicar estos sueños en un centro, pues este supone una concentración y la existencia de una periferia que copia sus conocimientos, tampoco los ubicamos en la periferia, porque afirmamos que nuestra identidad no esta por debajo de nadie.

Creemos en una construcción colectiva y prefigurativa de la sociedad que queremos, construcción que solo puede ser tal, con una participación activa de todos y todas.

Y entonces uno amigos geógrafos nos cuentan que el Territorio esta ligado al modo en que las personas utilizan la tierra, como se organizan en el espacio y como le dan significado al lugar; que carga con sigo una identidad. Que el Territorio es un espacio apropiado por una relación social que lo produce y lo mantiene a partir de una determinada forma de poder, que es un espacio de vida, de libertad y de resistencia.


Así con su música propia, “irrumpen con furia alegre” estas dos palabras en nuestro sentir:


TERRITORIO CULTURAL!

Para crear poder popular!

Una infancia oprimida

No eran las nueve de la mañana cuando Braulio se topó con un par de oficiales. Vestía pantalones tres cuarto, el delantal desatado, alpargatas un poco gastadas y una mochila con dibujo de una banda de cumbia.
- ¿A dónde vas?- interrogó uno con cierta vehemencia.
- A la escuela- asintió Braulio sin desmesura.
- ¿Entras tarde que vas a esta hora?… Permíteme el documento.
- Lo tiene mi mamá señor.
- Entonces decime cómo te llamas, qué edad tenés, donde vivís… ¿te acordás del número de documento?
- No. Tengo catorce años, pero… por qué me interrogan… debo rendir una materia, por eso voy a esta hora.
- La materia la vas a rendir adentro, pibe.

Dirigentes de la Provincia de Buenos Aires acordaron en realizar un “Código Contravencional” para establecer orden y seguridad en la sociedad. Dicha norma, que consta de 168 artículos, sería tratada en el próximo Senado y de aprobarse aunque sea en líneas generales -desechando o modificando algunos de sus artículos- permitiría a Scioli lograr una aproximación legal en lo que se refiere al pedido de “bajar la edad de imputabilidad”.
El código contravencional es ilegítimo, represivo, discriminatorio y antidemocrático. Entre los artículos se plantea la idea de vestirse de manera adecuada, no andar en la calle por la madrugada, prohibido cortar una calle reclamando derechos, no escuchar música fuerte, circular obligatoriamente con documentos, etc. En caso de no “respetar” esas normas la policía tiene la potestad de llevar detenido a la persona que no cumpla con ello.
Mendigos, trapitos, cartoneros, linyeras, malabaristas, vendedores ambulantes y artistas callejeros no podrán realizar sus tareas laborales y de supervivencia debido a lo que prevé la propuesta del gobierno provincial.
“Es una manera de comenzar a mitigar los problemas de la seguridad pública”- aseguran y sostienen que “es necesario establecer pautas de convivencia”. Lamentable, porque desde mi infancia aprendí que la libertad, como dijera Don Quijote, es un bello don que tienen los hombres y mujeres de bien para buscar la plenitud. Mis deseos de libertad, y los del caballero andante, no están descriptos en ninguno de los 168 artículos.
Ni los dirigentes políticos, ni algunos periodistas, ni los impresentables famosos que hacen programas bizarros, reconocen que el problema de la “inseguridad” (incomparables entre el interior de la provincia y el conurbano) está en la ausencia del Estado en las cuestiones básicas de vida: educación, salud, trabajo y vivienda. Mientras no existan políticas sociales de inclusión, ninguna otra propuesta será prudente, y mucho menos algo que parece acercarse a los peores años de nuestra historia.
El gobierno autoriza y la policía golpea. Es común observar a jóvenes y niños acorralados por uniformados interrogando y haciendo sentir el rigor de autoritarismo. Por la vestimenta, el color, la forma de caminar o lo que fuere, rápidamente se los detiene y cuestionan actitudes de sospecha. Eso se llama opresión y desdén, y el código no le otorga consideración.
Debemos rechazar esta absurda propuesta para que realicemos nuestra vida en relación a los demás, con solidaridad y respeto, lejos de la violencia y la represión, cuidando a las semillas del futuro. Actuar con conciencia, con ética y moralidad que permitan cambiar una sociedad para pocos en un mundo para todos.
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Crisis alimentaria: ¿alimentos escasos o malograda abundancia?

Pensando desde la huerta...

Cuando anita está pensativa gusta de ir a ese rincón, ubicado al fondo del territorio… sentarse bajo los árboles, en la tierra, ensuciarse las manos y ver crecer esas lindas y diversas plantas que pronto le darán ricos alimentos sanos.

Los alimentos son una de las grandes cuestiones de nuestros tiempos y son también una gran deuda que tenemos como humanidad. Año tras año en las cumbres presidenciales y en las conferencias de Naciones Unidas se repiten esos objetivos del milenio que afirmaban que debíamos/debemos disminuir a la mitad la cantidad de gente que sufre hambre en el mundo (para el 2015). Pero las crisis alimentarias se siguen sucediendo y año tras año la cifra aumenta en algunos millones más. Actualmente son 1.020 millones las personas “subnutridas” en el mundo (la mayor cifra de personas hambrientas desde 1970) y eso no es a causa de la falta de alimentos.


El incremento de la inseguridad alimentaria no es el resultado de malas cosechas, sino de los elevados precios de los alimentos, los menores ingresos y un desempleo en aumento, que han reducido el acceso de las personas pobres a los alimentos. Pese a que en el último año los precios mundiales de los productos básicos alimenticios han descendido, éstos siguen siendo elevados en comparación con las medidas históricas. Además, los precios nacionales han descendido más lentamente. A esto hay que agregar los efectos de la crisis económica en los ingresos de las personas, lo que explica el nuevo récord histórico en subnutrición que se vincula fundamentalmente con problemas en el acceso a la alimentación.

Por su parte, hay quienes sostienen que existen alimentos suficientes para toda la población mundial. En los últimos 50 años la producción mundial de alimentos ha aumentado de forma vertiginosa, incluso más que la tasa de la población mundial.1 Ello se visualiza a través del índice de la FAO de producción agrícola per cápita que muestra un aumento sostenido de la producción mundial de alimentos básicos entre 1990 y 2006.

Esta disyuntiva se puede explicar tanto por el encarecimiento de los alimentos como porque muchos de los productos generados por la agricultura industrial capitalista tienen fines distintos a la alimentación humana. Una gran superficie del campo es utilizada para generar bienes con alto valor en el mercado pero cuya función como alimento humano es mínima o nula. El drástico incremento de los precios mundiales de los alimentos de mediados del 2008 fue ocasionado principalmente por la nueva demanda de agrocombustibles (biodiesel y etanol), la especulación financiera y los precios récord del petróleo. Así, los alimentos además de ser más escasos, porque tienen otros usos aparte de la alimentación humana, se vuelven mucho más caros.

También hay que decir: los cultivos altamente rentables del agronegocio son producidos en forma intensiva, con una fuerte utilización de insumos y de agroquímicos (como herbicidas, pesticidas y fertilizantes proporcionados por empresas multinacionales) que envenenan nuestros suelos, un alto uso de costosas maquinarias y muy poco empleo de mano de obra, es decir, de trabajo humano. A esto se suma la fuerte concentración en la fase de comercialización, cuando un pequeño grupo de empresas transnacionales tienen la capacidad de fijar los precios.

Frente a esto, las actividades genuinamente generadoras de alimentos son arrinconadas y relegadas a un lugar secundario en la cadena agroindustrial y en el mercado internacional de alimentos. Más de 85% de los alimentos son producidos cerca de donde se consumen, a nivel local, regional o al menos nacional, y la mayoría gracias a campesinos y productores de pequeña escala, a indígenas, pescadores artesanales, pastores nómadas y pequeños horticultores urbanos, que en conjunto son más de la mitad de la población mundial, pero alimentan a muchísimos más y llegan a quienes más lo necesitan. La pequeña agricultura, la actividad agroganadera familiar y/o campesina, la de los grupos de huerteros/granjeros que se encuentran en cada ciudad de nuestro país, es la que provee y proveerá a las casas, las familias, las ciudades, el país y el mundo de alimentos sanos y nutritivos. Alimentos diversos que se enfrentan a ese campo uniformador y monoproductor (o bien productor de una reducida variedad de cultivos), pero altamente rentable, que los arrincona.

Es por eso que es imprescindible que como sociedad nos preguntemos qué campo queremos, quién controla lo que comemos, quién fija sus precios… porqué hay hambre en un país, en un mundo, con abundancia?

Es necesario revalorizar la pequeña agricultura y ganadería que nos garantizan además de alimentos variados y sanos, una actividad que perdura en el tiempo sin saturar la tierra. Porque una variedad de cultivos y una rotación agricultura/ganadería permiten el desarrollo de una actividad sustentable, que además asegura trabajo digno para muchas más personas.
Es indispensable que en los países del hemisferio sur impulsemos modelos agrícolas alternativos, que nos permitan generar nuestra soberanía alimentaria. Especialmente en la coyuntura que atravesamos, debemos aprender de los errores del pasado y apoyar modelos agropecuarios que realmente se adecuen a nuestras necesidades. Esa es la ecuación pendiente para un campo sustentable. Asegurar una vida sin hambre es el valor fundamental que tiene la producción en pequeña escala y diversa. Y es necesario que haya más tierra en manos trabajadoras para que el campo vuelva a su función de garantizar alimentos nutritivos para los seres humanos del mundo.

Arte, pueblo y revolución

Hay una fabula que cuenta la historia de un campesino. Este campesino trabajaba de sol a sol, todos los días de su vida. Cerca del río tenía una choza hecha con cañas. La única paga que recibía por su trabajo era una manzana que los mediodías venía flotando en el río, por orden de Dios. Un día el campesino se quejó y Dios le envió un ángel como emisario. El ángel bajó por el río con él, y llegaron a una choza muy pequeña en la que vivía otro campesino que como él trabajaba de sol a sol, todos los días, y que como paga a su trabajo recibía las cáscaras de manzana que él arrogaba cada tarde.

O sea que el ángel le enseñaba al campesino que no debía protestar porque siempre hay alguien que está peor que nosotros. Luego de dar su lección el ángel se fue río arriba. (A esta fabula le debemos agregar que al irse el ángel se reunió con los demás ángeles desde cuya mesa harta de manjares cada mañana caía un manzana al río; arriba de los ángeles estaba Dios de cuya mesa caían banquetes…)


Esta fabula la narra Augusto Boal en su libro “Técnicas latinoamericanas de teatro popular”. En ese libro el autor hace una clasificación de las distintas propuestas teatrales, pero teniendo en cuanta su relación con el pueblo, o con lo popular, en dos dimensiones de análisis ¿quién es el sujeto, es decir, desde qué perspectiva se gesta el hecho teatral, y quién es el destinatario del mismo? Considero que este mismo análisis es aplicable a todas las expresiones artísticas no sólo las teatrales, y con esta dimensión tomaré las categorías abordadas.


La primera categoría es la de un arte popular del pueblo y para el pueblo. El hecho artístico se gesta desde la perspectiva transformadora del pueblo, quien es también su destinatario. Obras teatrales representadas en sindicatos o carpas barriales, murales pintados en las paredes de los barrios, cantautores cantando en un comedor, y expresiones así entrarían en esta categoría, siempre y cuando su temática sea popular, que se divide a su vez en dos grandes tipos: a) arte popular de propaganda, b) arte popular didáctico.


  1. No importa tanto su calidad, sino su eficacia. Es una repuesta artística que nace de una determinada coyuntura, como respuesta a ella. Una obra escrita ante un determinado suceso y representada al día siguiente, un grupo de artistas plásticos que salen a hacer pintadas; poemas y canciones, también como repuesta inmediata, y que son dados a conocer o representados, en sectores populares.

  2. Trata temas más abstractos, no tan urgentes. Su finalidad es incitar a la reflexión sobre un determinado tema y no generar un clima de agitación como el arte popular de propaganda.


La segunda categoría es la de un arte con una perspectiva transformadora popular, cuya sujeto es el pueblo, pero su destinatario no es el pueblo. Entrarían en esta categoría, por ejemplo, las obras de Brecht representadas en una sala teatral, o las pinturas de León Ferrari expuestas en un museo, un disco de Víctor Jara, etc. Si bien quien “consume” estas expresiones no es el pueblo, este tipo de arte es sumamente necesario. El público mayoritario de este arte tampoco es la burguesía, es esa gran capa intermedia que sueña con los supuestos lujos burgueses, pero que su realidad concreta, material, está más cerca del pueblo. Este tipo de arte sirve o puede servir para “concientizar” a ese sector de la sociedad. Aunque también corre el riesgo de ser atrapado por el sistema y vaciado de contenido.


La tercera categoría que presenta Boal es la de un arte con perspectiva anti-popular y cuyo destinatario es el pueblo. Es la única patrocinada por las clases dominantes. No tiene nada de realmente popular, salvo la apariencia. Incluye absolutamente a todas la telenovelas, la mayor parte de las películas made in Hollywood, o que imitan a Hollywood, las obras de la calle Corrientes, o de La Fabrica de nuestra ciudad, las pintores de galería y happening idiotas, en definitiva casi todas las expresiones artísticas que se realizan, aún las que se maquillan como dijimos de populares, usando sus medios de producción (no se es popular por cantar folclore, o murga, o hacer sainetes, simplemente). Todas expresiones desesperadas que como huérfanas buscan los brazos maternos de algún subsidio, o artilugios por el estilo, que se convierten en la finalidad única. Este tipo de arte, como la fabula del comienzo, invita a la resignación del pueblo, les dice a las mujeres que su lugar es la casa, a los obreros que deben ser tranquilos, que la familia es lo más importante, que los ricos son infelices, y los pobres en su pobreza son dignos y deben ser mansos, etc.


Existe una cuarta categoría, en la que el pueblo deja su papel de mero consumidor, para transformarse en hacedor. Si en la primera categoría el hecho artístico es presentado con la perspectiva del pueblo, y para el propio pueblo; en la segunda con la perspectiva del pueblo, pero para otro destinatario; y la tercera lo considera al pueblo como destinatario, pero lo hace desde una perspectiva contraria a sus intereses, para reflejar la ideología de las clases dominantes, en esta cuarta categoría la obra es hecha por el pueblo y para sí mismo. Aquí se insertarían las expresiones y metodologías teatrales del propio Boal, el Teatro Comunitario y la Murga, la pintura primitivista y el mural colectivo, etc.


Como en toda taxonomía, sin dudas, Boal cae en generalizaciones. Pero es, sin embargo, una buena herramienta para posicionarse como espectador critico ante un hecho artístico, y sobre todo para aquellos que buscamos hacer algo con el arte, en cualquiera de sus expresiones, que en definitiva no son más que una con distinta aromatización, sin arrodillarse en conformismos, ni volarse en delirios, es también un buen parámetro para sondearse un poco el alma y las ideas. Los artistas no escapamos a este formateo señalado en la tercera categoría, y se nos ha hecho creer en sueños tan estúpidos como la casa blanca y el auto cero Km, pero aplicados a nuestra especificidad. Todas, o casi todas las bandas que ensayan en un garaje sueñan con el llamado de una disquera, la mayoría de los pintores se enamoran de las frías catacumbas de los museos, los poetas ruegan por editoriales, las pibas y pibes que ensayan escenas de Euguen Ionnesco o Copy, y no conocen a Carlos Alsina o a Tato Pavloski, ambicionan actuar en el off de corrientes, y se marchan a Buenos Aires a ser meseros. Cada uno sabrá dónde está parado y dónde quiere pararse. Cada uno sabrá qué es lo que quiere generar con su arte. Pero no podemos olvidar nunca que el arte es una herramienta política. Que sea de dominación o de liberación depende del uso que hagamos de ella. No somos ilusos. Sabemos que el arte por si sólo no hará la revolución. Pero no somos necios. Sabemos que la revolución es imposible sin el arte.





miércoles, 13 de mayo de 2009

7 años de la Mascre de Avellaneda


Justicia¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Dario y maxi no están solos

Frente POpular Darío Santillán

"Foro nacional de Educación para el Cambio Social". ENEOB



I Foro Nacional de Educación para el Cambio Social
Por una educación pública, de calidad, gratuita y popular

en La Plata 5, 6 y 7 de Junio

Pre foro en Tandil: Jueves 21 de mayo, 20 hs. en Pinto y Chacabuco.

Invita Colectivo Lacandona y Germinal

Taller de Riquezas Naturales


Taller- Encuentro sobre "Riquezas Naturales".

A partir del martes 19 de mayo en C. C. Almafuerte (calle Santamarina, Tandil) a las 19 hs. Ocho encuentro destinados a debates y participación de estudiantes y público en general.